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Del activismo, la academia y la política a cambiar la historia de México

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Por: Agostina Bussano

La historia de México ha dado un giro trascendental con la reciente elección de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer presidenta del país. Este hito no sólo marca un cambio en el liderazgo, sino que, también, simboliza la lucha de generaciones por alcanzar la igualdad y la inclusión en el ámbito político.

Desde el inicio de la campaña presidencial, el panorama se tornó emocionante y se vivieron momentos con muchas expectativas. Dos candidatas destacadas, Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, se enfrentaron en un escenario electoral que reflejaba tanto la continuidad de un proyecto, representado por la líder de Morena, como una fuerte oposición a la administración actual a través de Gálvez. En este contexto, el voto joven emergió como un actor relevante, por otra parte, el partido Movimiento Ciudadano, liderado por Samuel García, parecía fragmentar el voto y achicar la disputa política, pero debió bajarse de la contienda por problemas políticos en su distrito Nuevo León; luego, con el reemplazo de Jorge Maynez y una campaña innovadora, con mucho color, apenas llegó al 10% del electorado.

El 2 de junio se convirtió en una fecha histórica: con casi el 60% de los votos, Claudia Sheinbaum no solo rompió el techo de cristal, sino que se alzó como la candidata más votada en la historia del país, superando incluso a su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Este triunfo no es solo un reconocimiento a su trayectoria que comenzó como activista, política estudiantil y hasta ser convocada por López Obrador en su gobierno, sino, a su vez, se pone al frente una visión de un México que aspira a una mayor inclusión, derechos y accesibilidad, las políticas públicas universitarias, los programas de becas, los incentivos para estudiantes, un sistema de Salud para todos y todas, viviendas y salarios dignos, estos son solo algunos ejemplos de la promesa de un futuro más equitativo.

El ascenso de Sheinbaum Pardo, quien ha recorrido un largo camino como científica y en su vocación de servicio, muestra que las mujeres en México están listas para soñar en grande, para las nuevas generaciones, este triunfo electoral significa la posibilidad de aspirar a la presidencia, se demuestra que ya no es un sueño distante, sino una realidad palpable. Hoy, más que nunca, podemos afirmar con orgullo que – tomando palabras del discurso de protesta de la Presidenta – “es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres”